6.7.09

Muchos artistas, incluido Esteban Vicente se han interesado por las personas.
Personas anónimas, escenas, retratos, desnudos. Personas vistas por dentro y por fuera.
También nosotros quisimos explorar y empezamos por lo que mejor conocemos:






Pero estos días nos conocimos, nos mezclamos y construimos retratos de grupo:





Estamos formados por personas, lugares, experiencias, gustos, miedos... y es difícil hacer un retrato a trozos.



Como los artistas cuando aprenden tratamos de solucionar algunos problemas y construimos posturas difíciles y personajes en movimiento.

Esteban Vicente también pintó paisajes, otra constante en el arte.
Comenzó dibujando vistas del natural, lugares que formaban parte de su vida.
En los últimos años vivió, creó y creció en su jardín; en homenaje a ello nosotros nos perdimos en el del museo para hacer estudios del natural.










Es muy diferente dibujar un jardín que capturarlo, así que cogimos muestras de sus texturas, recogimos sus tesoros, imprimimos sus huellas y sus colores.



Esteban Vicente creaba lo que él llamaba "paisajes interiores", imágenes no de sus personas, lugares o sonidos, sino de cómo le hacían sentir.
Pero, ¿cómo se pinta lo que no se puede ver? Nosotros hicimos algunas pruebas y descubrimos que no era tan fácil como parecía...
Dibujamos el olor a chocolate, el trino de un pájaro de mentira, el tacto de la lana, un enfado, la alegría...
Luego aprendimos algunos de los trucos utilizados por Esteban y pintamos las sensaciones del jardín.







Los artistas tienen estilos muy personales, pero... ¿trabajan siempre de la misma manera? ¿Qué cosas les condicionan?
Esteban Vicente retocó fotografías para sobrevivir, pintó obras dedicadas a su mujer Harriet, hizo composiciones por puro "divertimento", dibujó para aprender, pintó para expresar e hizo collage para experimentar. ¿Cuántos artistas caben en uno solo?

Nosotros hicimos obras para regalar, pensando en los gustos de las personas queridas.


Respondimos a los encargos de exigentes clientes.





Y compusimos piezas por pura experimentación y aprendizaje.


Hay artistas que buscan algo toda una vida a través de sus obras. Esteban buscaba la luz, el color y el equilibrio.
En las salas rastreamos su evolución, seguimos los rastros del proceso en las superficies de sus obras, nos sorprendimos con la complejidad de su trabajo que antes nos había parecido tan sencillo.

Samir nos regaló sus sensaciones ante uno de sus cuadros. Quizá os apetezca pararos ante él y disfrutarlo, como referencia os ofrecemos una imagen.
A él le parecía que era rojo, pero no simplemente rojo... que quemaba, que daba calor, que mareaba, que dolía pero gustaba... que tenía una luz que salía desde detrás del cuadro... que parecía que se salía del marco... que era muy sencillo y muy complicado.

Nosotros hicimos algunos experimentos: dibujamos con lazos fluorescentes en la oscuridad haciendo composiciones relajantes, violentas, en profundidad, diálogos de líneas de luz.
También compusimos obras con nuestros cuerpos convertidos en manchas.





Pero... ¿qué sería de nosotros si los artistas no expusieran sus obras?
Quisimos compartirlas con nuestras familias en una exposición.
¡Gracias a todos por venir!